



Una vez también tuvimos un juego que se llamaba "7 minutos en el paraíso", lo usamos una o dos veces ,hasta que lo descubrieron los mayores y no los descomisarón. Este juego,
mi hermana mayor y yo lo compramos con nuestros ahorros en los almacenes militares de Maracay, pensando que seria divertido jugarlo con todos nuestros amigos, además la caja nos llamo la atención era muy bonita, de color rosado, con unas nubes y unos corazones, no sabíamos como se jugaba pero igual lo compramos, la verdad nos reímos bastante cuando lo jugamos, las preguntas que traía eran un poco pasadas, recuerdo que a medida que avanzabas caías en lugares que tenias que tomar unas tarjetas, podían ser preguntas o penitencias que la mayoría las tenían que hacer dos personas, un hombre y una mujer, una de las tarjeta, recuerdo que decía algo como "taparle los ojos a alguien mientras los otros lo besaban y esa persona tenia que adivinar quien era el que lo besaba", claro los besos los dábamos en la mejilla, pero quizás ese no era la idea, otra decía que "le pasaras tu pierna debajo de la pierna de la persona que tenias a tu derecha o algo así", en fin el juego era para adultos o por lo menos no era para nuestra edad, así que no lo entendíamos muy bien, y las preguntas eran cosas intimas, no teníamos ni idea, así que lo hacíamos a nuestra manera y sin malos pensamientos, nosotros lo jugamos inocentemente, igual habían cosas que ni se nos pasaba por la mente hacer, pero de todas formas no los quitaron, no teníamos edad para jugarlo, lo guardaron diciendo que cuando fuéramos grandes nos lo devolverían, pero que va hasta el sol de hoy, nada y ya estamos casadas y algunas con hijos.



De los juegos más tradicionales recuerdo haber tenido un Ludo Disney, con Mickey, Mini, Daisy y el Pato Donald y un Bingo Disney también, era muy bonito, en cada casilla del cartón venia el número y la cara de algún personaje (Blanca Nieves, Los Dálmatas, La bella Durmiente, cenicienta, etc). Hablando de Bingo, recuerdo que los Domingos en la casa de mi Bisabuela por parte de papá, se reunían a jugar, apostaban y todo, claro apuestas tontas solo para ponerlo mas interesante, a veces íbamos y también participabamos, me ganaba unas pullas o unos medios o reales y a veces bolívares, que luego gastaba en la panadería.
Cada vez que tengo un recuerdo como este, me doy cuenta lo afortuna que fui por haber tenido una infancia tan feliz...No por los juguetes, sino por la compañia, por momentos como este último que describi.
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